lunes, 27 de septiembre de 2010

El espíritu olvidado

Los 4 bajaron del bote al  embarcadero... todo estaba silencioso... se notaba que Korah Kirk había sido un  puerto importante. Puede que fuese por las horas de la noche, pero ahora parecía  medio abandonado. No se oía un alma allí

-Siempre habéis sido rápidos... -  dijo una voz

-¿Quién dijo eso? - dijo

Azriel mostrando su espada 

-Veo que te llego mi mensaje, viejo amigo - dijo el caballero sin inmutarse 

Apareció un hombre de unos 55 años, de aspecto bonachón, aparentemente  inofensivo. De no haber sido por el sable que llevaba no hubiese destacado... 

-¿Qué ha ocurrido aquí? ¿Por qué esta esto tan vacío? - dijo Azriel

El  hombre la miro y contesto con una sola palabra: "Guerra"

- ¿Guerra? ¡En esta  tierra!- dijo el caballero sin poder dar crédito.

- Guerra, sí señor. Los  intereses políticos se oponen siempre al bienestar del ciudadano, y cuando hay  intereses económicos por medio, el poder se dispara.-

Pero.. Ese problema nunca ha estado en esta  región... ¡si hasta yo vine a pediros asilo político en una ocasión porque este  era el lugar más permisivo!- replico el caballero...

Si, viejo amigo, recuerdo aquella ocasión, pero  los gobernadores que había antes miraban por nosotros, y no por sus sacas-

-  ¿Qué ha pasado con Saltorix?-

- Creo  que todo empezó por ahí. Saltorix murió hace algo menos de un año. Se supone que  fue muerte natural, pero los ciudadanos creemos que naturalmente murió después  de ser envenenado... a su reinado, claro, lo sucedió su primer hijo. Es  demasiado joven, y a los jóvenes de hoy en día no los mueve nada mas que la  codicia.-...

Además, no es el único pretendiente al trono. Y por si fuera  poco problema, otro reino vecino quiere anexionarse todas estas tierras...  vivimos tiempos oscuros... el poder ha corrompido nuestra raza, los hombres  ansiamos demasiado cualquier clase de poder. A todo esto, ¿qué os ha traído a  esta tierra?

-Vamos en busca del ESNA para mi padre enfermo - respondió  Susan

-¿Estáis seguros de que no os sirve alguna otra? He oído hablar de una  panacea casi igual de poderosa

-Ese es el problema amigo, solo es "casi"...  no, no creo que sirva, hemos de seguir en su búsqueda

-Bien, seguidme entones, os llevare a mi casa. De  noche estas tierras no son seguras. A propósito - dijo dirigiéndose a Susan,  Erik y Azriel - mi nombre es Vernon-

Tras las presentaciones, se pusieron en camino. 

La casa de Vernon no estaba muy lejos del puerto.

Cuando llegaron se  quedaron todos muy sorprendidos, sobre todo el caballero.

La fachada estaba  calcinada, y había algunos trozos del muro principal tirados por los suelos. 

Al entrar, la salita principal también estaba chamuscada. Aun quedaban  jirones de cortinas carbonizadas en sus ventanas.

La siguiente salita estaba  casi intacta, algo derruida, pero se notaba que las llamas no habían penetrado  dentro.

El caballero, tras mirar los ojos de su amigo, decidió guardar  silencio y no hacer mas preguntas, con solo mirar su cara podía averiguar todo  por lo que había pasado.

Al fondo de la habitación había una estantería,  Vernon se dirigió a ella y saco un pergamino. Lo desenrollo sobre la mesa y les  explico:

- Mirad, nosotros ahora mismo nos encontramos aquí-dijo mientras  señalaba con su dedo sobre el mapa.- La planta que buscáis esta al sur, en este  bosque. No hay mas de medio día de camino hasta llegar allí. Pero, justo por  aquí, esta franqueado por un muro que defiende la ciudadela de los Rangkok, unas  criaturas semihumanas que han sido traídas a nuestra ciudad por el nuevo  gobernador. Día y noche hay centinelas apostados sobre sus torreones. Pasar por  allí es tarea difícil, pero, no si has hecho bien tus deberes, caballero, y has  estudiado bien los conjuros que necesitas- dijo mientras le mostraba una sonrisa  de complicidad.

El caballero le devolvió la sonrisa, -siempre llevo una  carta escondida bajo mi manga -dijo guiñándole un ojo.

- Perfecto, pues,  entonces, podemos seguir por este camino hasta llegar allí, o bien, podemos  rodear por aquí y llegar al bosque pasando justo a la espalda de la ciudadela,  solo que, si se hace así, entonces estaríamos hablando de un día de camino...  -

-Voto por el rodeo. - dijo el caballero - No nos compliquemos la vida  atravesando por Rangkok. No perderemos tanto tiempo, y no debemos arriesgarnos  tanto. Si tenemos un mal encuentro, podremos afrontarlo, pero no veo que  atravesemos una ciudad tan bien defendida. ¿Podemos ir por los bosques? Es más  lento, pero según dicen está bajo el cuidado del Espíritu del Bosque...

-¿El  qué? - pregunto Erik

-Es tan solo una leyenda, pero dicen que un espíritu o  fantasma o no sé que cosa protege esos bosques – dijo Azriel

-Es más que  eso, pero no lo puedo asegurar jamás lo he visto, pero la sola leyenda alejará a  las bestias, tan temerosas de todo lo sobrenatural.

-Tal vez, pero no  sabemos si será peligroso – dijo Vernon

-Si las leyendas son ciertas,  mientras no agredamos ni a los árboles, ni a las criaturas que en ellas habitan,  no correremos peligro. Bueno, es solo mi opinión, ¿vosotros que decís? 

Yo creo que es mejor ir por  sitio seguro, prefiero perder un poco mas de tiempo y tener mas posibilidad de  éxito, mi padre necesita el Esna y hemos de conseguirlo cueste lo que cueste- 

- Bien  - Dijo Vernon. - Entonces, vamos a  comer algo y a descansar. Mañana partiremos temprano.

Todos se sentaron a la mesa. Vernon saco  algo de la comida que tenia en su alacena. No era mucha, pero era muy sabrosa. 

Se repartieron por las habitaciones y descansaron toda la noche.

A la  mañana siguiente, se armaron con sus espadas, dagas y conjuros y emprendieron la  aventura en busca del Esna.

- Dime Vernon- dijo el caballero con algo de  preocupación-¿donde esta tu familia?-

Cuando las cosas se pusieron feas, antes de que  comenzase la guerra, los hice partir hacia la isla de Raku, donde yo vivía  antes. No podría soportar que algo les pasase. Hasta que no acabe esta locura,  no quiero que vuelvan-

El caballero sonrió complacido. Se había temido lo  peor, y ahora estaba mas contento.

Emprendieron la marcha hacia el bosque. 

El camino no era demasiado agradable. Donde antes había una naturaleza  sorprendente, ahora no había nada mas que tocones y malas hierbas chamuscadas. 

- Nos va a costar mucho trabajo volver  a hacer de esto lo que era- Susurro Vernon al caballero.

Escogieron los  caminos mas escondidos para hacer su camino. Eran los más seguros

Avanzaban  lentamente, las ruinas de la ciudad se iban mezclando con los restos de un  bosque algo calcinado ya, la naturaleza crecía alrededor salvajemente

cada  paso que daban, avanzaban lentamente

los pájaros se escondían, los conejos  huían, toda clase de criaturas se mostraban esquivas

Se habían internado en  lo más profundo del bosque

De repente una voz se oyó...

- Por fin habéis llegado

No parecía haber  nadie, pero Erik y Susan ya habían oído antes esa voz. Era la misma que oyeron  cuando Azriel les salvo la primera vez. Un espíritu con forma de mujer, de color  gris se mostró ante ellos

- Saludos  amigos, soy el Espíritu del Bosque...
El espíritu miró a Susan con ojos benevolentes
- No te preocupes mujer, la hierba que buscas la albergo en mis tierras. Vuestra búsqueda casi ha llegado a vuestro fin.-
- Casi... -dijo el caballero.
- Si, caballero, bien he dicho. Casi. Hay trozos de bosque que, por desgracia, ya no me pertenecen. Esas criaturas semihumanas me las arrebataron, y no pude hacer nada para impedirlo. Para conseguir el Esna deberéis cruzar, inevitablemente, por dichos terrenos, y mi protección quedara anulada. Debéis de ser cautos, yo os protegeré en la medida de lo posible.-
- Las cosas se nos van complicando cada vez mas-dijo Azriel.- menos mal que el caballero cuenta con sus hechizos-
el caballero la miró sonriendo.
- Llevo en mis sacas unos cuantos hechizos de protección, pero no sabemos tampoco como se las gastan esas criaturas.
- Son peligrosas- dijo el hada - son unas criaturas que no tiene corazón, matar y torturar, para ellos, es algo tan normal como el respirar.-...
Por suerte son estúpidas. Tened esto... dijo, sacando de repente de la nada 5 pergaminos... es un viejo hechizo de protección, el mejor contra la magia... con él, cualquier magia que os lancen rebotara contra vuestro agresor... avanzad, yo os cuidare...

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