miércoles, 22 de septiembre de 2010

Un ángel guardián

Se preguntaron si quizás la escena la habrían soñado. No había huellas de nadie mas, incluso el extraño sonido del viento ya parecía normal... pero ahí tenían la prueba, delante de sus ojos: los restos de la bestia inerte, sin vida, sin aliento... y nada más que denotase que hubiese otro ser por las cercanías. Por lo que fuese, su misterioso protector prefería permanecer anónimo. No consiguieron pegar ojo en el resto de la noche, pensando en eso, en que cada vez el viaje seria más peligroso y que en 1 día, 2 a lo sumo, llegarían a la Torre Valeria, último bastión humano conocido. Después, la tierra de los místicos...

El matrimonio prosiguió su camino.
Llegó el atardecer. El sol golpeaba sus caras con suavidad, la brisa despeinaba con cuidado los cabellos de la dama, y el olor de las florecillas del campo se hacia notar de una forma bastante agradable al olfato de ambos.
Unos pasos mas alante, encontraron una única senda por la cual se tenían que introducir... los colores vivos del paisaje tornaron a oscuridad, las formas de los árboles cambiaron su figura por unas formas sinuosas que harían retroceder al más valiente. Pero se les agotaba el tiempo, necesitaban llegar a su destino, así que, sacando el valor de donde no lo había, se introdujeron en el camino...

Según avanzaba, el camino se hacía más estrecho, más tenebroso, más peligroso... se metían de lleno en un cañón, que se veía franqueado por dos acantilados cada vez más altos. A lo lejos, dos espantosas criaturas hablaban entre ellas bajo un árbol ya muerto...

Al divisar a las criaturas, la pareja quedo perpleja, inmóvil debido al miedo. De repente, el marido cogió a la mujer de un brazo y se metieron tras la maleza. Poco a poco fueron avanzando escondiéndose como podían.
En uno de los tramos, no se dieron cuenta de que en el suelo yacían esparcidas montones de hojas secas. Al pisarlas el resquebrajar de las hojas llego a oídos de las criaturas, haciendo que se pusieran en guardia...

Una empuñaba un hacha enorme, pero la llevaba perfectamente, la otra sacó una maza... miraban con ojos de deseo a la mujer, la cual, al darse cuenta se parapetó en el cuerpo de su amado esposo. No había que ser muy listo para saber que esas criaturas tenían las peores intenciones del mundo...
El matrimonio se quedó inmóvil escondido entre las malas hierbas.
De repente, el filo de un hacha afilada asida con mucha fuerza sesgo los troncos de los árboles, dejándolos al descubierto e indefensos ante las dos malolientes criaturas. Una sonrisa socarrona se asomó a la comisura de la boca de una de ellas, mientras la otra babeaba sin quitarle ojo a la mujer.



Al fondo, posado sobre uno de los salientes del cañón, estaba posado el personaje ataviado con su capa azul...
-    Largo - dijo el personaje de capa azul...
Las dos temibles criaturas le miraron un instante, y no les pareció gran cosa... no parecía armado, y no tenía un físico tan aterrador como ellos... le vieron como un alfeñique y se echaron a reír.
Antes de que terminasen ambos de reír, de su brazo salio una brillante espada, y en un abrir y cerrar de ojos, les dejo tendidos en el suelo, ya sin vida...
La pareja seguía inmóvil, frente a ellos, una mirada penetrante bajo una capucha.
En completo silencio, el brillo de la espada fue desapareciendo poco a poco. Metió una mano bajo la túnica y saco algo envuelto en una tela de un color violáceo brillante. Lo poso en el suelo, desenvolvió el atillo y quedaron al descubierto una daga y una espada de dos manos, dotados ambos con un brillo sobrenatural sobre sus hojas...
Mirando ambas armas parecían estar hechas por los mismo rayos de Sol, mirando a su dueño no se podía saber nada a simple vista... el extraño se quito su capucha, y se sorprendieron ver a una joven de unos 32 años de rostro agradable, sonriente, pero quizás lo que mas impresionaba era su forma de mirar, tranquila y penetrante...
- Este sitio no es muy seguro - dijo
La pareja siguió muda, no parecían saber como reaccionar...
Desgraciadamente, si queréis seguir avanzando, solo podréis hacerlo por aquí. Os recomiendo que sigáis entre la maleza, un poco mas alante, podréis encontrar un camino oculto que muy pocas personas conocen- dijo la joven con voz quieta y agradable.
Susan miro a la joven con ojos tiernos.
 - Realmente agradecemos lo que has hecho por nosotros, no sabemos que habría sido de nosotros sin tus valerosas intervenciones-.
La joven dejo entrever una sonrisa agradable...
-    Es mejor que no sepáis lo que hubiese pasado...
Erik y Susan continuaron su camino. Erik llevaba la espada de dos manos, y Susan la daga que les había entregado aquella extraña joven... ¿Qué sabían realmente de ella? Nada, sólo que por alguna razón les protegía, era su ángel particular. Antes de lo esperado llegaron al camino que la extraña les indicó...

3 comentarios:

Raquel dijo...

Holaaaaaa!!!! Vaya sorpresita!!!!
Me está gustando tu blog, jeje, con tu permiso, lo voy a enlazar al mío
Nos leemos, un besazo

Valier dijo...

Esta historia tiene al menos 3 años y aun no acaba... Y a ver como acaba, xq siempre s m han dado fatal los finales...

Raquel dijo...

Bueno, bueno... pues nada, la leeré cual telenovela diaria ;))

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